Yo ya
conocía la revista underground Star con
sus historias de drogas y contracultura, hasta que un día compré un ejemplar,
el nº 13, dedicado al inefable Frizt the Cat, que no por ser un cartoon era
menos divertido, transgresor y sexual, y quedé fascinado por la gracia y
maestría de su autor… pero es que estamos
hablando de Robert Crumb.
El cachondo mental de
Crumb siempre fue sexualmente muy perverso y divertido con sus curiosos gustos
de chicas jamonas y culonas…
Después me enteré de que
ese número 13 de Star fue secuestrado de
los kioskos por la censura franquista.
Todavía lo conservo y
todavía recuerdo la inefable sensación que me producía leerlo tumbado en el
sillón de mi casa en aquel verano de 1975.La gente de Star publicó muchas cosas y algunos de sus autores siguieron publicando en El Vibora, que mantuvo ese toque marginal de sexo drogas y rock&roll.
La inefable gracia De
R.Crumb consiste en provocar sensaciones muy carnales y vividas con sus
cartoons.
Y su dibujo tan preciso y elaborado. Casi barroco.
CONTINUARÁ...
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