Las tenues lámparas iluminan
el oasis ante el templo de Ramsés. Ya ha caído la noche pero permanece el
bullicio. Los visitantes sentados a sus mesas conversan animadamente en varias
lenguas mientras dan pequeños sorbos de sus copas blancas y degustan exóticos
manjares. Pequeñas nubes de agua pulverizada les protegen del calor que sube
todavía del desierto. Los sirvientes deambulan de un lado a otro con sus
bandejas.
Ha habido una fiesta dentro
del templo. Imágenes nuevas engalanan sus paredes de marfil.
El guarda nubio me franquea la
entrada y subo las escaleras desgastadas por los pies de los peregrinos.
En la gran sala nuevos jeroglíficos.
Imágenes concretas, pictogramas complejos.
Yapci Ramos y Kiko Feria, los
autores de las mismas, me reciben en una penumbra inconcreta de velas y me
guían paso a paso ante cada una de ellas no sin antes ofrecerme una copa blanca
llena de champan rosa. Frío y delicioso.
Ni pregunto ni me cuentan,
solo me dejo llevar por las sensaciones e intento captar el mensaje que cada
imagen me transmite. Retratos serenos de Yapci Ramos, composiciones complejas
de Kiko Feria.
Todo se detiene en el tiempo.
Nadie se mueve excepto yo. Y así puedo escabullirme, curiosear, acercarme como
volando al grano de las enormes fotos, a las minuciosas pinceladas de los
oleos. Percibiendo historias casi míticas apenas ocultas ahora que veo con
claridad. Los rostros de los personajes, sus actitudes. Eso lo dice todo.
Y sin preguntarlo me cuentan
sus motivos, sus obsesiones, sus ideas. El champan les suelta la lengua. No
quiero sacar conclusiones, no debo, no puedo porque la bebida ha debido
afectarme a mi también.
No hay nadie a mí alrededor, estoy
solo en el templo. Es pleno día y la luz tamizada por las palmeras del oasis de
la entrada dan a la sala un aspecto diferente. La nueva luminosidad añade
nuevos matices, pero no desvela del todo los secretos de las fotografías De
Yapci Ramos o los oleos de Kiko Feria.
Es mejor que lo veáis con
vuestros propios ojos.
Y ahora salgo fuera y me
siento ante una de las mesas del oasis. El sirviente me ofrece un te perfumado
con menta.
Lo necesito para curar el síndrome
post-inauguracional.
Yapci Ramos y Kiko Feria Fotografía y pintura en Ramses.
Plaza de la independencia 4.
Abierto todo el día. Hasta el 18 de Julio.
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