26 abr 2013

bosquedeluciernagas: Lo que Sofía esconde debajo de la sonrisa

Natalie Dybisz
bosquedeluciernagas: Lo que Sofía esconde debajo de la sonrisa: Sofía despierta con el pelo enredado y la boca cerrada. Despierta de a poco, despierta sin querer despertar escuchando solo el negro de los colores del día que no deja entrar.

Es un viernes más, se escucha en el fondo de la almohada y una máscara con sonrisa espera sobre el libro de misa y la mesita de noche. Son las casi las siete dice el despertador.

Otro viernes desorganizado por caducar.

Otro día en el que Sofía no deja entrar a nadie y tampoco se va a ningún lugar. Otro instante que se pierde en el  refugio absurdo que le ha montado a sus ganas minadas que nadie puede ver. Esas que dicen que van del revés y le averían los cariños que le caminan por debajo de la razón, de la sonrisa, de la blusa y adentro del corazón.

Otro momento de Sofía que se escapa. Que se pierde en el retiro sin matices en el que esconde la cabeza para que no le de el aire, sin luces fluorescentes ni brillantes. Sin salir de abajo de las sábanas, sin pájaros en la cabeza y mariposas en el estomago (...)  y todo por culpa de ese miedo de aparecer de la nada y querer como el corazón le manda para inflarse los deseos con lo que se le de la gana. 

Maldito pánico (...) Ese pavor que le genera abandonar su altar y cambiar el corazón de sitio.

Sentir lo que me nace sentir, se escucha de nuevo en el fondo de la almohada y este viernes común de repente y de golpe se vuelve más real y menos triste.

23 abr 2013

bosquedeluciernagas: Lo que Emilia hizo cuando quizo

bosquedeluciernagas: Lo que Emilia hizo cuando quizo: Emilia decidió que ya era tiempo y pensó en pensarlo una última vez.

6 abr 2013

bosquedeluciernagas: La primavera tardía de Rosa


bosquedeluciernagas: La primavera tardía de Rosa:  Un día de primavera Rosa se despertó con el corazón frío como si el invierno no se hubiese ido. Incluso cuando los deseos ...

22 mar 2013

bosquedeluciernagas: Cuanta melácolia que reina hoy en día, Clara

bosquedeluciernagas: Cuanta melácolia que reina hoy en día, Clara: Clara era la clásica estampa de la contrariedad y aunque era viernes y el segundo día de la primavera, sentía una alteración melancólica en su declaración de principios.

Pobre Clara. ¡Pobre!

Hoy no existe pero tampoco se deja espacio para librar su batalla. Esa que se disputa entre lo que Clara siente y lo que Clara sabe.

20 mar 2013

bosquedeluciernagas: La habitación de Neus cuando se hace pequeña

bosquedeluciernagas: La habitación de Neus cuando se hace pequeña:
Y la habitación le quedó muy pequeña para el tamaño inmenso de sus sueños, entonces buceó por debajo de la cama, saltando desde el colchón hacia la inmensidad de la imaginación cuando se mezcla con los deseos, a ver si así encontraba ese mar pendenciero que la había impulsado a querer abrir la puerta y dejarse ir, así eran los impulsos de Neus después de un café.

Un café negro.

Cargado.

Enardecedor porque le pinchaba ahí donde más le dolía.

Adentro. Donde solo ella tiene acceso.

Y cuando sucede, le duele con un ardor que la deja sin aliento. Le quema. La deja vacía. Vacía y libre por culpa de este acicate de querer vivir que resulta muchas veces  demasiado dulce y demasiado breve.

Breve porque a los minutos se le esfuma esa intoxicación deliciosa de saberse cargando el carrito de las compras con todo lo que se llevaría para irse lejos.

Esponja (...)

6 mar 2013

bosquedeluciernagas: Los anzuelos de Milena

bosquedeluciernagas: Los anzuelos de Milena: Quizás porque lleva una semana lloviendo hoy Milena se despertó con ganas de desenfundar los anzuelos y salir de pesca. Se arregló el peinado con un broche nuevo, uno que hasta ahora nunca había utilizado por descuido....

5 mar 2013

bosquedeluciernagas: Un no con fuerza de Malvina



© Helmut Newton

bosquedeluciernagas: Un no con fuerza de Malvina: - No. No. No. No. No voy a dejar, dijo Malvina en un hilo de voz que apenas se escuchó mientras hacía fuerza para ser fuerte.

- No, repitió. Un no con fuerza, con más fuerza...

26 feb 2013

bosquedeluciernagas: Los miedos de Ethel



© Helmut Newton

bosquedeluciernagas: Los miedos de Ethel:
Si te comparto mi cama, ¿me compartes tu nombre?
Si tengo frío, ¿me das calor?
Si tengo ganas de llorar, ¿no te reirás?
Y si tengo ganas de reír, ¿reirás conmigo?

Si quiero sujetarte fuerte, ¿estarás?
Y si estás, ¿es verdad que nunca te irás?

20 feb 2013

Sueños y Visiones: LOVER VAMPIRE




-Le veo un poco alicaído, Froid. –dijo el profesor Vanhelsin al ver aparecer a su colega en la terraza donde se servían los desayunos.
-Estoy perfectamente. Gracias.
Y se sentó a la mesa mientras una camarera pelirroja y ceñida en negro le servía un humeante y espléndido café.
-Seguro que sí. -sonrió Vanhelsin mientras mojaba un bollito de polenta en su café con leche- Que su vampira mesonera le ha dado la noche… ¡Una mujer de armas tomar! ¿Eh?
-¿Qué es todo esto? -Exclamó Froid señalando la enorme bandeja central repleta de bollos, tocino, huevos fritos…
-Buiz Ardelenesc, comida de pastores… con mucha enjundia tras una noche de lujuria y desenfreno. -Jaleó Vanhelsin que parecía haber rejuvenecido tras la noche con la vampira Top Model, mientras que por el contrario, Froid se mostraba apagado, preocupado.
-Buff, no me entra nada Vanhelsin, estoy dándole vueltas a algo… Algo que no encaja en nuestra teoría.
-¿Qué teoría querido amigo?
-La de los amantes vampiros… -El rostro sombrío de Froid quedaba medio oculto por la taza que se acababa de llevar a los labios.
-Bah, teorías, elucubraciones de dos prejubilados que se gastan la pensión en un burdel exótico. –Exclamó Vanhelsin con sorna. Y siguió zampando.
-No se ría colega, no son elucubraciones, hay algo más, esa mujer, esa vampira…
-No me diga más. ¡Se ha dejado besar!
-¡Qué va! No, no es eso. –Mintió Froid, y partió un bollito en dos y lo mojó en la yema de un huevo- Hum está muy rico, qué lleva dentro, queso…
-De oveja. Fresco.
-Delicioso. Estoy llegando a la conclusión –continuó Froid- de que los vampiros también son victimas…
-Evidentemente, alguien les contagió. Nadie nace vampiro.
-Sí, creo que son víctimas de sí mismos, de su entorno, de su irrealidad. Se sienten incapaces de amar. Su entorno les abruma de tal manera que el acercamiento amoroso de su víctima les aturde, les ahoga. Al final, prefieren estar solos en su mundo de pesadilla. Que compartir el horror con sus amantes, aunque en el fondo les quieran y necesiten.
-No consigo comprenderle. ¿Quiere decir que los vampiros aman a sus víctimas?
-Si, a su manera. Verá, los vampiros piensan que están condenados, que la víctima elegida no podrá salvarles, o eso creen. Incluso se ven a sí mismo como seres terribles que nadie está obligado a soportar, y entonces prefieren estar solos, liberan a su víctima de golpe y se encierran en su irrealidad.
-¿Y la victima al sentirse sola se convierte en vampiro?
-Posiblemente.
Vanhelsin se quedó pensativo con medio bollo en la mano. La camarera de negro de deslizaba por la terraza y le sonreía mostrado sus blancos colmillos. Camarera de día, Top Model de noche.
-Me temo amigo mío que tiene usted el síndrome de Lancelot.
-¿El síndrome de qué?
-Lancelot, Don Quijote… que más dá. Discúlpeme, pero creo que va usted por la vida como un caballero andante salvando damiselas en peligro. Todas esas teorías suyas…
-¿A mi edad?
-Lancelot era joven, pero Don Quijote tenía la cincuentena cuando se enfrentó al mundo, entre comillas. La edad del cuerpo es a veces inversamente proporcional a la del espíritu. Y usted siempre será un niño con espada y armadura sorteando peligros y liberando damiselas aunque sean vampiras.
Froid se quedó mirando las montañas. El bosque subiendo las laderas, el pequeño valle en medio, verde brillante, la casona rural. Pensó que tal vez la vampira estaba allí afanada en sus labores de campesina.
Si, se había dejado besar. Pero no le importaba en absoluto. Pronto sería vampiro y se elevaría sobre el suelo, flotaría entre el bien y el mal, sin temor a la muerte, al dolor o la vida.
-¡¡Froid, Froid, baje de las nubes!!
- ¡Que pasa!
-¡Un Wasapp de la oficina central, nos recontratan!
-¡No me joda Vanhelsin! Ahora que estaba disfrutando.
-¡Tenemos que volver! ¡Se acabaron las vacaciones!
Se levantaron de la mesa abrochándose los pantalones.
-¡Usted y su manía de tener el smartphone operativo! Gruñó Froid.
Mientras se componían el decimonónico aspecto las dos vampiras surgieron de debajo de la mesa limpiándose los labios.
-Una lástima señores… pero pueden volver cuando quieran. -Dijo la vampira Top Model recorriendo su cuerpo sugerente con las manos.
-O convocarnos –susurró con voz ronca la vampira mesonera mientras se ajustaba el corpiño y sus pechos daban un brinco- Solo hace falta cerrar los ojos.


19 feb 2013

Sueños y Visiones: VAMPIRE LOVERS

 
-La víctima también es culpable.
-¿Cómo puede decir eso, Vanhelsin? – Froid se revolvió indignado en su confortable sillón del club de los caballeros solitarios.
-Elemental Froid,  –aseveró el severo profesor mientras ojeaba el catálogo anual de vampiras exquisitas -  el vampiro solo puede acceder a su víctima si es invitado.
- Es usted injusto, profesor. –y se ajustó los anteojos- Bien sabe cómo actúan los amantes vampiros: proyectan una pantalla psíquica  sobre sus víctimas, estas creen tener ante si al ser deseado ancestralmente, ese que cubre y satisface ampliamente sus más íntimas fantasías y necesidades…
-Siempre hablando de sexo doctor Froid. –El profesor dio un sorbo a su roja bebida.
-No es solo sexo, y usted lo sabe Vanhelsin, es algo más. –el doctor Froid se echó hacia delante gesticulando con el índice - Basta un beso para inocular el veneno de la posesión. Y la víctima ya no puede escapar…
-En eso estoy de acuerdo, Froid, el veneno de la posesión… -Vanhelsin cerró el catálogo con un dedo entre las páginas-  El amante vampiro posee a su víctima desde el primer momento, pero no se deja poseer nunca, de hecho la aleja de sí, la rechaza y minusvalora siempre que puede. Por lo que la victima siempre está a sus expensas, anhelando el beso, la caricia o la aceptación de su vampiro. Incluso disfruta con el castigo.
-Exacto – Froid se mesó la barba-,  así cualquier halago o acercamiento del vampiro hacia su víctima, es visto por ésta como una posible culminación de la totalidad de sus deseos. Y se crea una red terrible de sufrimiento y éxtasis que poco a poco va anulando la voluntad de la victima amante. Es como una droga psíquica. Cuya dosis solo proporciona el vampiro en cada acercamiento, incluso en el rechazo.
-Pero sigo pensando, Froid en la culpabilidad de la victima que elige al vampiro como pareja.
-O el vampiro a la víctima, Vanhelsin, todas las víctimas son elegidas por su gran energía, y vitalidad. -Froid hizo una pausa, sus ojos buscaban algo en el aire-  Y el amante vampiro, (que en el fondo carece de esa energía, positividad y poder, pero que oculta esa debilidad bajo su carácter dominante, su seductora presencia y su caprichosa desenvoltura) no duda en ejercer su influencia, porque desgraciadamente él también se siente atraído por su víctima…
-Bueno, ya está bien de cháchara. -dijo Vanjelsin mientras apuraba su Bloodymary- ¿Qué le parece ésta? – y le mostró a su colega la foto de una vampira estupenda.
-¡Yvanna! Hermosa, lasciva, fascinante. Perfecta para usted, a su medida. Muy elegante.
-Bien, y usted Froid. ¿Cual prefiere? Déjeme adivinar… Hanna, la vampira mesonera.
-¡Maldita sea Vanhelsin!  ¡Cómo conoce mis gustos!
-Es usted un libro abierto, Froid, miré, por ahí vienen.
-¡Ah! –Exclamó Froid mientras las dos hembras vampiras surgían de las sombras de la antesala. Hermosas, lascivas, seductoras, perversas, perfectas. Deslizándose hacia ellos,  irradiando una aureola psíquica de sexo y pasión.
Froid se levantó caballeroso para recibir a las vampiras. Vanhelsin tampoco se hizo de rogar. Y dijo al fin:
-No se deje besar, Froid, no hemos venido a Transilvania para eso.

bosquedeluciernagas: El miedo de Rosario a quererlo

bosquedeluciernagas: El miedo de Rosario a quererlo: Será que Rosario lo ha querido desde antes de quererlo de verdad y por eso se pregunta cuando la prisa la asusta, por eso de empezar a quererlo, quererlo de verdad (...) ¿qué pasará?...

14 feb 2013

Sueños y Visiones: EL CORAZÓN DE BARBAZUL



El Capitán Barbazul recorrió la cubierta aparentemente sumido en sus pensamientos.
La tripulante que estaba de guardia le saludó con respeto, a lo que él contestó con un leve gesto. Oteó el horizonte nocturno con su catalejo, ni una vela a pesar de la luna, que cazadora de sombras iluminaba el mar en calma.
-Avísenme si ven algo. -dijo y se dirigió a su camarote.
Como muchas noches, el Capitán Barbazul penetró antes en su gabinete privado, aquel donde conservaba los retratos de sus esposas. Estas le sonrieron ardientes, esperando ser complacidas y el las sonrió a todas agradeciendo su recuerdo.

El Capitán tenía fama de mujeriego, de cazador de corazones, de malvado depredador que caza y luego abandona a su presa a los rigores del océano. También se decía que ese gabinete era la sala de sus trofeos. Retratos y objetos de cada víctima. Pertenencias tales como un rizo de pelo, un trozo de encaje, una liga, la mancha de carmín en un pañuelo, un frasco de lágrimas, una cajita de música con sonrisas.

Lo que nadie sabía era que entre los recuerdos de cada esposa había también un trozo del corazón del capitán. Que cuidadosamente éste había extirpado y colocado entre los objetos queridos, bajo cada retrato. En ofrenda de su amor por ellas.

-Buenas Noches Señoras. -Saludó con una reverencia y salió del gabinete para entrar en el camarote.
Abrió el cajón secreto y extrajo la hipodérmica y el frasquito. Y ansioso se inyectó la droga que le permitía vivir sin corazón.
La droga que como una venda ficticia unía los trozos entregados y apretaba las cicatrices de las heridas recibidas en tantos años de singladura.
Pero no le dio tiempo a tenderse en el lecho. Pasos en cubierta, barullo.
Salió del camarote  a toda prisa.
-¡¡¡Mi Capitán, Corazón a la Vista!!! ¡A Estribor! –gritó  la vigía.
-¡Avante a toda vela! Gritó El Capitán Barbazul henchido de euforia.

 Y el “HMS Victory” viró 7 grados estribor en pos de una nueva aventura.

10 feb 2013

Sueños y visiones. EL CARNAVAL DE LAS VANIDADES.

Siempre he querido disfrazarme de esqueleto, pero acabo disfrazándome de canalla.
Malevo, pirata, penitente, gangster, jeque, vampiro, lobo, “Casanova”.
Aunque tal vez debiera de haberme disfrazado de esclavo –no confundir con el sado-maso-, esclavo currante, digo, que es lo que se lleva ahora... Pero no me lo hubiera pasado tan bien.
En la fiesta:
Helena de Troya jugaba con Robespierre a cortar zanahorias con una guillotina de puros, María Antonieta perdía la cabeza por un chulazo vestido de Peter Pan que no paraba de magrear los muslos de Cenicienta. Dos esclavos egipcios construían una pirámide mientras Cleopatra esnifaba en un espejito mágico. Madam Butterfly hacía un striptís iluminada por un foco ante el coro de cautivos inmigrantes rumanos.
Su cuerpo desnudo repleto de grafitis obscenos.
El Capitán Kirk besaba a un azorado Mr. Spok.
Mozart enloquecido tocaba el acordeón de los pechos de Mesalina, mientras dos Senadores Romanos se jugaban a las tabas el imperio de occidente.
Y de repente una banda de Corruptos Trajeados de Higo Bus irrumpió para intentar cobrarnos el impuesto estatal-revolucionario con iva añadido porque la diversión es un bien ejecutable. Punible.
Dos enfermeras en huelga les sacaron los ojos para hacerles ver la luz. Y les privatizamos dentro de un congelador para enfriarles el mono de money.
Acabé en un rincón besándome con caperucita-loba.
Mientras los demás, con  algarabía, coreaban a la Madrastra -más bella que nunca-  haciendo feliz por fin a Blancanieves.

9 feb 2013

Sueños y Visiones: Playa XXI



Me despierto pero no me levanto, dejo que remoloneen los minutos bajo las sabanas.
Tengo algo en el pantalón que me recuerda que estoy vivo. Me incorporo, abro la persiana con la esperanza de un poco de sol. Y tengo suerte. La casona encantada, cada vez más cochambrosa, sigue ahí. El sol traza luces tras ella y recorta los arboles.
Me levanto al fin, pero al salir al pasillo, mi casa no está.
Un mar inmenso lo invade todo, piso la arena sucia de una playa donde la marea ha depositado un montón de dispositivos multimedia.
Las olas son un mar de objetos, coches, edificios y billetes usados.
Sobre una roca un portátil encendido. Suena cualquiera de esas canciones que te puedan estremecer porque te recuerden un momento especial de tu vida. Y en la pantalla se reproduce una y otra vez la maravillosa y espeluznante historia del siglo XX. Paradójica y cruel.
Un cartel publicitario se asoma entre las palmeras: “Bienvenidos a Playa XXI, disfruta de la resaca”
Y me pregunto qué hago aquí. Por qué me levanto cada mañana y me esfuerzo. Por qué al final acabo siempre en esta playa.
Mañana me internaré en el desierto.
Me despierto pero no me levanto, los cuerpos que he amado se acurrucan tiernos sobre mí.  Dejo que remoloneen los minutos bajo las sabanas.


7 feb 2013

bosquedeluciernagas: Los pedacitos que Emma guarda

bosquedeluciernagas: Los pedacitos que Emma guarda: Cada vez que Emma recibía una carta suya, una carta o una postal, sentía que él regresaba. Que volvía con ella.

(...)
Ahí.
A ese momento.

(...)
Al instante exacto cuando ella busca ahora tocarlo.

Y con el tiempo empezó a volver de a pedacitos, un poco más y aveces nada,  entonces Emma comenzó a coleccionar las cartas y postales para llenar los huecos de sus momentos. Tocarlo. Para sentir nada y todo.

6 feb 2013

bosquedeluciernagas: A Ethel le explotó el corazón

bosquedeluciernagas: A Ethel le explotó el corazón: El cuerpo de Ethel se había transformado en un almacén de recuerdos desde que las formas se lo habían comido todo por culpa de ese problema, el de ser hipersensible a situaciones que la incomodaban y, en vez de decir lo que tenía que decir, se llenaba la boca con un bocado. Con un bocado cualquiera. Grande. Inmenso que le mantuviera la boca ocupada.

Llena.
Satisfecha.
Callada...

5 feb 2013

bosquedeluciernagas: Cuando Ana aprendió a odiarlo

bosquedeluciernagas: Cuando Ana aprendió a odiarlo: Lo de odiar se aprende como se aprende a repetir un juego (...)

Un lunes.
Un martes.
Un miércoles.
Un jueves y otro viernes.
Los sábados y de nuevo los domingos.

San Valentín.

 

Este es mi nuevo cartel para San Valentín, en Fnac. Este es el diseño de la Newsletter para socios.
Es evidente, que no es necesario estar enamorado, basta con querernos a nosotros mismos.
Besos y abrazos a tod@s.